El hilo negro | Las chicas del Bar | Parte 6

Liliana se estilizó, desabrochó el brasier de Alejandra, sus dóciles pechos quedaron al aire, no pude verlos porque estaba de espalda, pero comencé a escuchar la mamada sobre sus senos que Liliana le propiciaba a Alejandra, veía como su cabeza se agachaba, como sus manos jugaban en medio de estas, como la extracción sobre sus pezones la excitaba, como mamaba como si deseara la leche que aún Alejandra no podía dar, gemidos intensos, algunos – au – de dolor, Liliana, se alejó un poco de ella, y se retiró el brasier y comenzaron a frotarse entre sí, pechos con pechos, presión tras presión, se restregaban apasionadamente. Se detuvieron un momento, se pararon, volteó a mirarme y detrás de ella Liliana, pude apreciar los pechos de ambas tan duros, erectos, Alejandra con su piel clara y pechos pequeños con pezones rosas y Liliana trigueña clara con un suave marrón claro en sus pezones ambos medianos, Alejandra me mira coquetamente, avergonzada quizás, mientras que Liliana se retira los lentes y mi propicia una mirada dominante, excitante y malamente provocadora, ella se sentía la Reina Cleopatra.

Es hora del postre —  dice Liliana y retira suavemente mientras se agacha la braga blanca de Alejandra, y en eso comienza el placer más intenso que Alejandra esperaba, que se comieran su vagina, sus labios y su clítoris.

Alejandra arremete un gemido —  aaaaaaammmm……ay uhmmmmm aa.a.a.aa…., levanta una pierna y la coloca sobre la mesita de sala mientras Liliana se acomoda y se pega más dentro de su entrepierna , comiéndosela, lamiendo su clítoris, chupando sus labios, jugando con la lengua en un mete y saca, saboreaba, chupaba y la ensalivaba, se comía la miel virgen que desprendía  Alejandra, en eso se coge del cabello de Liliana y la somete aún más sobre su vagina ,  —  ¡mierda que excitante!, ¡es un puto sueño! Me digo en mi mente,  —  me encantaría estar esos labios y penetrar esos orificios ¡pero diablos no sé que hacer!, intento levantarme y..

—                Ey no te levantes solo mira dice Alejandra.

Ella disfrutaba los lamidos con absoluta pasión y desenfreno, su vagina era oscurita, sus labios marrones y rosado claro en medio, semi depilada mostrando un pequeño triángulo de bellos sutiles que provocaban comer, era una presentación atrevida y elegante para cualquier deseoso de comérsela , sus labios ya estaban expandidos, de tanto placer y desenfreno, la presión que ejercía con la boca de Liliana sobre su sexo la ponían más caliente y cachonda como dicen los españoles.

Liliana se paró y volteó a Alejandra, la inclinó y la posó sobre el mueble colocando sus brazos en el respaldar y las rodillas sobre el cojín.

Era una vista increíblemente morbosa ese dulce claro, abierta, esos glúteos y vagina húmeda mirándome, en una posición en cuatro altamente deseable con locura para ser penetrada por cualquiera , Liliana le acariciaba el muslo, su dulce intimidad brillaba de la humedad que desprendían sus hormonas, estaba rosada, casi rojita y con los labios muy estimulados de tan gran banquete que se dio Liliana, se podían ver las marcas de las palmadas que habían dejado sobre su muslo.
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Ella recorría todo sus glúteos, con suaves besos por todo su cuerpo, era espléndida, dos mujeres altamente exuberantes, hípsters, locas, con el calor del caribe, una canela clara y una blanca frente a mi, mostrando el don tan preciado de sus cuerpos al punto del éxtasis, ¿por qué? No lo sé , morbo, deseo porque las miren, me sigo preguntando; Liliana gira su mano y con un dedo, se introduce dentro de la vagina de Alejandra y comenzó a motivarla, a masturbarla, ella comenzó a emitir gemidos de manera suave ….mmmm… ay… mmm …, y de pronto e inesperadamente introdujo dos dedos con furia los cuales hicieron que Alejandra emite un grito al cielo de placer… Ayyy… eres una puuu… ayy sigue eee..aaaa… asiiii …. Vamos…aaaa uhmmmm…si voz se entrecortaba , Liliana la seguía masturbando, cada vez más rápido y desesperada, una entrada y salida , iba tan rápido que se escuchaba el golpe de su mano con con el trasero de Alejandra ,  —  le excitaba que ella hablara —  seguía gimiendo, las ganas por explotar dentro de mí se hacían cada vez más intensas, quería eyacular todo este placer en sus rostros, penetrarlas, quería estar ahí, pero sabía que solo era un juego de dos y yo sobraba, Alejandra gemía sin parar aferrando sus uñas contra el mueble , elevando su dulce cadera de durazno blanca frente a mí, mientras los golpes de excitación contra su vagina eran cada vez más fuertes…, Liliana se descontroló y metió tres dedos dentro de la vagina de Alejandra comenzó a masturbarla tan rápido como pudiera, la miraba deseosa abriendo su boca esperando se viniera.. – vamos vente mi esclavita…—mi zorra sexual — …, —   ay siii… siii… me voy a venir… aay… Gritaba sin parar, descontrolándose como si millones de hilos de corriente la invadieran, hasta que su cuerpo se comenzó contraer emitiendo su gemido más placentero de la noche – Ay….mmmm ayyy… aaaaaayyy siiiiii —  —  —  oh dios mío.. que ricooooo… y expulsando su liquido orgásmico , bañando el brazo de Liliana y esta lamiendo lo que podía…,

Ya… ufffffff ayyyy me caigo…ayy mmmmm…..  —  la escucho decir exhausta  —  Liliana la mira y coquetea con ella , abrazándola y besándola, ella me mira de reojo mientras sudan. Alejandra se apoya para descansar, mientras las gotas de sudor mojan el mueble.

Pero eso no era todo, ellas me miraron y quería conocer la historia de cada una de ellas en su acto sexual; lo mejor estaba por suceder.

Liliana:

Ella me tomo de la cintura y se deslizó hacia mi sexo colocando sus labios suavemente sobre ellos  —  —  uhmm  —  gimo de placer se siente tan caliente, están suave es como si lamiera un helado o comiera una mazamorra, pero eso siento sobre mi vagina, es tan placentero sentir la absorción de su lengua como si me succionara todo mi líquido interior deseando pueda votar más fluido lubricante,  —  au —  me retuerzo de placer, de repente siento como sus uñas se incrustan sobre mis piernas, es un dolor que se combina con el placer de su lengua  —  ay  —  no puedo detenerme sin gemir , levanto mis manos, me toco el cabello, acaricio cada parte de mi rostro, deslizándome por mi cuello, mis pechos están duros, paso mi mano frotando mis senos , mientras observo como el chico Adrián me ve, es excitante sentir como unos ojos desconocidos nos observa mientras me penetra literalmente con la lengua todo mi sexo deseable. Ella  sabe que me gusta, por eso no para, levanto mi mano y arrincono su cabeza contra mis piernas  —  —  ay asiiii , sigue, sigue —  le repito sin parar, mis suspiros se incrementan mi erección femenina continua — mi vagina está caliente.

Ella es mía, mi mujer sumisa a quien como deliciosamente su vagina, se siente verdaderamente rico, suave, una piel canela clara que me invita el postre frente a su triángulo de lindos bellos pequeños, es dulce, y sigue bien, me encanta sentir el roce de sus piernas temblar mientras me adentro con el deleite de sus gemidos, es tan sutil, tan mía. Adrián nos observa, le guiño el ojo, me divierte verlo deseándonos , pero en esto solo somos ella y yo. Esos gemidos son mi canción favorita. Su piel es un paraíso virgen de mi cuerpo.

Alejandra:

Ella me coge de la cintura, y me inclina hacia delante, me pide que me coloque sobre el sillón inclinándome, y mostrando mi trasero hacia Adrián, es una pose media de puta, pero estoy tan excitada que poco me importa probar esto. La obedezco, me inclino, mis piernas tiemblan un poco, me toma del muslo, realizándome suaves tocamientos con una mano tan delicada, se siente bien, me palmetea , no duele, pero quiero sentir más, se agacha a acariciarme con suaves besos por mi cuerpo mientras miro por entre mis piernas, levanto la cabeza, no puedo más quiero sentir más, ella me observa de reojo, se da cuenta y estrepitosamente, mete dos dedos dentro de mí  —  ay  —  exclamo de placer, se siente un poco duro, no tan suave como el pene de un hombre, pero es suficiente como para complacerme, comienza a moverlos dentro de mí, se siente bien, está llegando al punto donde me gusta  —  ahí si, ahí me gusta —  le repito, ella lo siente, comienza acelerar el ritmo —  esto simplemente me encanta —  comienzo a ponerme más caliente, hirviendo  —  gimo , gimo, sigo gimiendo, es demasiado placentero el ritmo tan rápido que maneja con esa mano, mi clítoris se siente muy lubricado, mis labios mojados, mis fluidos enloquecen, mi rostro comienza  a quemar, mi cabeza a viajar a otro universo, ¿dónde estoy me pregunto? Mientras mis gemidos me siguen despertando, es demasiado, no lo soporto siento que llegaré , me siento en las nubes ,  — así vamos , continúa por favor — , le repito, quiero, quiero…. ¡mierda mi cuerpo!, ¡que le sucede a mi cuerpo!, se contrae, me estremezco, lanzo un grito al cielo  —  ay por dios —  que rico  —  siento como mi cuerpo es electrocutado por una ráfaga de truenos, como se contraccionan mis piernas y como caigo en el cansancio mientras dejo salir mi placer orgásmico bañando el brazo de Liliana de mi fluido interior, es una de las mejores llegadas que he tengo y me siento tan… cansada., exhausta, no sé que decir, simplemente el alcohol y la adrenalina y morbo de que ese chico nos mirara, me ha dado el mayor placer esta noche de juerga.

Liliana seguía en bragas negras, mientras Alejandra estaba tirada en el sofá exhausta, sudada por el placer recibido, Liliana mi observa se para y se acerca,

—  ¿qué sucede? Estas con ganas

—  no , ¿se nota acaso?

—  lo siento amiguito, perdona si te deje así

ella baja su mano colocándolo sobre mi cachete y bajando de manera rápida por todo mi cuerpo hasta llegar a mi bragueta

—  ¿este es tu amigutio?, se siente duro  —  lo soba con un dedo sobre mi ropa

—  ¿así te gusta? dime —  ¿asi está bien?

—  sí … Pero …. quiero

Ella extiende su mano presionándola sobre mi miembro,

—  mierda se siente tan rico, quiero que lo saque para que ….

—  hoy no, aquí terminó mi función para ti…

—  te mueres porque te masturbe , te mueres por penetrarnos, te mueres por eyacular… Dilo se nota en tus ojos

—  ¿es más que obvio no?, no seas irónica

—  hoy no  , quizás algún día

—  me dejarás con las ganas

—  así es, hoy no ha sido tu noche, agradece haberme visto en este estado para jugar con mi amiga. Le tenía deseos y si no fuera por esta porquería que me he fumado nunca lo hubiera hecho con ella, es más, no tenía los huevos suficientes para hacerlo

—  dirá los ovarios

—  es lo mismo, era como si yo le metiera huevos

—  eres una loca

—  así soy amiguito, una loca.

Liliana se para, se voltea, mueve su trasero como diciendo “te dejo con deseos” ella voltea la cabeza, me observa y ríe, se levanta con Alejandra  —  tienes que irte  —  grita

¡que puta!, tira y quiere ya votarme, gran ensartada la que me di, al menos me lleve la excitación de mi vida, quisiera masturbarme, pero sería una perdida de tiempo, ellas se encaminaron al cuarto, dejando su humedad en la sala,atenué a cerrar los ojos y dormir un poco.

Paso una hora, a lo que me levanto, el cálido sol entraba por una ventana, y alumbraba la sala, sus prendas estaban tiradas, entre ellas el sostén negro de Liliana y la braga blanquita de Alejandra. Ellas me habían dejado con las ganas más locas esa noche, a cambio de eso y la paga de la acompañada, me escondí sus prendas íntimas dentro de mi casaca, abrí la puerta y baje.

¡Carajo estaba cerrado!

Toque el intercomunicador de la reja varias veces, a ver si se levantaban,  Alejandra sale por la ventana.

—  ¿puedes abrirme ?me tengo que ir

—  ¿Adrián? si

suena la puerta

Liliana sale por la ventana

—  chaitoo  —  grita

yo solo me rio y les muestro lo que tengo

—  eres un …  —  grita Liliana

—  nos volveremos a ver, les grito

—  idiota,  —  me grita.

Me iría, y ya sé que usaría para derramar placer, su ropa íntima me servirá para manchar mi deseosa eyaculación sobre ellas, aunque sea con la imaginación.

Llegue a casa, me encerré en mi habitación, estaba aún muy caliente, saqué las prendas y me vengué de ellas, frotándolas contra mi pene erecto , lleno de lujuria y bien duro, bueno, venganza casi no era, pero el morbo de sus prendas íntimas era suficiente para aumentar mi imaginación mientras me comenzaba a masturbar ,  llenándolas de mi leche y un rico suspiro orgásmico, ese calzón blanco aún estaba húmedo.

Había sido una noche de este éxtasis y deseo, pero tan solo me quede con las ganas de saborear sus cuerpos. Algo que enloquecía mis sentidos, no sabía si en algún momento las volvería a ver , mientras que solo sus nombres eran una pista en las reses sociales.

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Comments (89)

  1. Ange marzo 10, 2021
  2. Yahaira marzo 9, 2021
  3. Maria marzo 9, 2021
  4. Yiyi marzo 9, 2021
    • Lizzy enero 4, 2022
  5. Anni marzo 9, 2021
  6. Maria marzo 9, 2021
  7. Xo164 marzo 9, 2021
  8. Jen marzo 8, 2021
  9. Lina marzo 8, 2021
  10. Zamahara marzo 8, 2021

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