Mis cachetes se enrojecieron, me quedé inmóvil, la señora que me había atendido ya no estaba, se encontraba un Chico leyendo su periódico, aproximadamente 28 años, subió su mirada y me observó.
– ¿En qué puedo ayudarte? – me preguntó con una voz sorprendida, mientras su mirada se perdía bajo mi falda –
– Ah….
– ¿Sí?
– Había una señora ¿dónde está? – respondí apresurada –
– Ah…Daisy, ella salió a almorzar, me dejó encargado.
– Ah ya, pero volverá.
– Sí claro, si gustas espérala ¿estás interesada en comprar algo?
– No idiota vengo de visita – digo en mi mente y no le respondo –
– ¿Hola? ¿Comprarás algo? – me sigue preguntando –
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